23 de abril de 2006
Pensaba terminar este diario cuando todo terminara pero siento que por el momento aún lo necesito, por lo que quizás lo prosiga un tiempo más, no sé si largo o corto.
Vuestros comentarios, vuestras palabras de ánimo, vuestros mails, podréis pensar que no sirven de nada, pero simplemente eso, un pequeño: "Estoy ahí" sirve de gran ayuda, ilumina una lucecita de alegría en un lugar por completo triste y en penumbras. También sé que nunca se sabe qué decir, por eso simplemente una pequeña caricia física o en forma de palabra ya es algo grande. Lo sé bien. Justo ayer día 22 hace 4 años que murió de manera muy parecida la madre de una de mis mejores amigas. Yo tampoco sabía qué decirle ni cómo animarla, pero ahora que estoy en su situación, sé que con eso basta. Un beso, un aliento de ánimo, un hola... con eso me sobra. No necesito más ni puedo pedir más. Por eso, os agradezco enormemente todo lo que habéis comentado y sé que lo habéis hecho con la mejor intención posible.
Vuestros comentarios, vuestras palabras de ánimo, vuestros mails, podréis pensar que no sirven de nada, pero simplemente eso, un pequeño: "Estoy ahí" sirve de gran ayuda, ilumina una lucecita de alegría en un lugar por completo triste y en penumbras. También sé que nunca se sabe qué decir, por eso simplemente una pequeña caricia física o en forma de palabra ya es algo grande. Lo sé bien. Justo ayer día 22 hace 4 años que murió de manera muy parecida la madre de una de mis mejores amigas. Yo tampoco sabía qué decirle ni cómo animarla, pero ahora que estoy en su situación, sé que con eso basta. Un beso, un aliento de ánimo, un hola... con eso me sobra. No necesito más ni puedo pedir más. Por eso, os agradezco enormemente todo lo que habéis comentado y sé que lo habéis hecho con la mejor intención posible.
Tampoco puedo quejarme de mis amigos "físicos", aunque ninguno de ellos leerá esto. Todos me apoyaron bien con viajes incluso desde lugares lejanos para estar conmigo en ese momento, o con sus mensajes o llamadas si no podían presentarse.
Quizás por todo eso, por sentirme tan arropada, por mi familia, por mi niño, por mis amigos, por todo el pueblo... (hacía tiempo que la Iglesia no estaba tan llena como el día del funeral) quizás por eso, el dolor es más llevadero y no me siento tan desamparada aunque haya perdido a una de las personas más importantes para mí, mi madre. Hoy hemos ido a visitar su tumba, y estaba tan llena de flores que no cabían sobre ella: cuánta gente la quería... Cómo no iban a quererla. Yo tambié te quiero, mami, pero eso ya lo sabes.