22 de septiembre

He vuelto a hablar con ella por teléfono hace un rato. Otra vez le duele mucho, y vuelve a preguntar que cuando se curará. Y a veces, en arrebatos de dolor, nos dice que esto la va a matar. No sabe lo cierto que es. Y entonces, a todos nos duele también... La veré de nuevo este fin de semana y a partir de octubre me quedaré con ella. Es horrible pensar que será hasta el final. Ojalá todo pudiera ser como antes, ojalá esto no estuviera sucediendo.

LLevo unos día muy vaga, no me apetece hacer nada, sólo quiero irme a casa y tumbarme y llorar sin parar. Pero intento distraerme, intento hacer otras cosas, ocuparme en algo, no pasar ratos sola, intento sobre todo no quedarme sola, para no hundirme de nuevo...

Ahora estoy escribiendo esto desde clase, y me siento mal por hacerlo desde aquí, porque es algo muy mío, y porque cada vez que escribo termino muy mal. Pero lo necesitaba, esto se ha convertido en algo imprescindible cuando necesito desahogarme.

Todo es demasiado injusto, demasiado fuerte, demasiado triste... tanto que nunca imaginé que se pudiera sentir tanto dolor por algo. Creo que tengo que dejarlo, me estoy empezando a sentir nerviosa, e impotente y con ganas de gritar... NO PUEDO MÁS...