16 de septiembre
He hablado con ella por teléfono, creo que es el día que más tiempo ha aguantado. Antes, cuando hablábamos por teléfono nos pegábamos horas, como sólo la veía una vez al mes más o menos, cada vez que nos llamábamos estábamos mucho tiempo. Pero ahora, hay veces que no puede ni hablar porque le duele mucho el estómago o la cabeza, o porque está agotada. Por eso, hoy que ha estado bastante rato me ha hecho sentir un poco mejor. Pero me ha dicho que ayer por la noche le dolió muchísimo y entonces, me he puesto a llorar, pero sin que ella se diera cuenta, he intentado aguantar, pero no podía evitarlo. Y se preguntaba por qué le dolía tanto y entonces yo volvía a sentirme fatal por no decírselo. La veo tan esperanzada con las ganas que tiene de recuperarse y yo mintiéndole. Pero por otro lado si lo supiera, supongo que la querría dejar de vivir sería ella.
Buff, de verdad, sigo creyendo que no puede ser verdad, que todo esto es un horrible sueño. El otro día incluso soñé que ella moría. Pero horriblemente cuando me desperté me di cuenta de que el sueño era bastante cercano a la realidad. ¡Cuántas veces se tiene una pesadilla y te alivias al despertar! Pero esta vez no podía ser cierto... A veces sin querer mis pensamientos acuden a la cuenta atrás. Si los médicos no se equivocan, quizás ya no esté para Navidad, entonces serán las navidades más tristes de mi vida... No puedo creerlo, la quiero tanto, no puede ser verdad... ¿Qué vamos a hacer sin ella?